Higiene facial diaria

Al igual que nos lavamos los dientes cada día (lo recomendable sería después de cada comida), nuestra piel de la cara necesita que la limpiemos a diario. Es una costumbre muy sana y que poca gente realiza. La piel es muchas veces el órgano olvidado y no debería ser así. La piel de la cara tiene que sufrir un sinfín de adversidades como la polución o la exposición solar, por poner un ejemplo. Tenemos que mimarla para que no pierda sus agentes protectores y luzca bien durante toda nuestra vida. Sobre todo los hombres (aunque no nos gusta generalizar) suelen olvidarse de la limpieza del cutis. Precisamente ellos tienen que tener especial cuidado de su piel ya que suele ser más grasa que la de las mujeres y por lo tanto más propensa a acumular seborrea con lo que ello puede traer: acné, brillos indeseables y cosas por el estilo.

Limpieza de la cara

La limpieza facial se tiene que convertir en una rutina

Importancia del ritual

Tenemos que tomarnos la limpieza de nuestra cara muy en serio. Sería conveniente incorporarla a nuestra rutina diaria como parte de un ritual. Es aconsejable realizarla siempre a la misma hora para que nos acordemos y no se nos pase ni un solo día. Sería conveniente realizar la limpieza de la piel dos veces al día (mañana y tarde). Vosotros mismos os daréis cuenta de la diferencia y de la sensación de frescor constante en vuestra piel. Es como si destaponarais un agujero que lleva cerrado durante muchos años.

Es también muy importante (esto va más enfocado al género femenino) que nunca nos acostemos con el maquillaje puesto. Sabemos la pereza que da empezar a desmaquillarse después de una noche de fiesta, pero no sabéis lo importante que este pequeño gesto es. Si no os quitáis el maquillaje vuestro cutis tendrá que soportar durante bastantes horas unos agentes que la hacen que no respire como debe y la dañan.

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